Te entrenó la noche en la calle,
en la salvaje seducción de los ruidos,
en el moldeado de las manos ardientes…
Y fuiste flores y barro
Y fuiste pájaro y medusa.
Dejas tus ojos secos
en tu cielo prostibulario
y te mueres allí…
donde levitan las mariposas muertas…
mientras las víboras
te dejan el veneno en el alma…
¿Cuál es tu mayor dolor puta?
Te he visto morir
de amor por el amor…
mientras te arden
las ganas en vicio.
Y ya puta, en tu fragilidad
recorres caminos metódicos,
abres puertas superfluas
y saboreas el vacío del olvido.
en la salvaje seducción de los ruidos,
en el moldeado de las manos ardientes…
Y fuiste flores y barro
Y fuiste pájaro y medusa.
Dejas tus ojos secos
en tu cielo prostibulario
y te mueres allí…
donde levitan las mariposas muertas…
mientras las víboras
te dejan el veneno en el alma…
¿Cuál es tu mayor dolor puta?
Te he visto morir
de amor por el amor…
mientras te arden
las ganas en vicio.
Y ya puta, en tu fragilidad
recorres caminos metódicos,
abres puertas superfluas
y saboreas el vacío del olvido.
Has guardado lágrimas
en los espejos empañados…
No hay lavativas contra el dolor.
Te tiendes en la cama…
Las piernas trenzadas
se agitan prendidas al deseo
bañadas de los abismos sudorosos…
Observas el humo de los cerillos
dibujando ese rostro
que perturba en el alma…
Allí se encuentra… esfumándose
ante la opresión de corazón…
Ante el aliento asqueroso
del que paga unos cuantos pesos.
Te hunden los dedos
en tus carnes prostitutas
con el ritmo candente
al compas del reloj empolvado
Y ya ahogada en tus jadeos
piensas… piensas…
en el ángel enamorado que te rescate
de tu sepultura…
en los espejos empañados…
No hay lavativas contra el dolor.
Te tiendes en la cama…
Las piernas trenzadas
se agitan prendidas al deseo
bañadas de los abismos sudorosos…
Observas el humo de los cerillos
dibujando ese rostro
que perturba en el alma…
Allí se encuentra… esfumándose
ante la opresión de corazón…
Ante el aliento asqueroso
del que paga unos cuantos pesos.
Te hunden los dedos
en tus carnes prostitutas
con el ritmo candente
al compas del reloj empolvado
Y ya ahogada en tus jadeos
piensas… piensas…
en el ángel enamorado que te rescate
de tu sepultura…
Se han muerto las horas en mis brazos
y en la bohemia dulzura de tu voz
guardo con parpadeos
de deseos y delirios
las imágenes más dulces…
Le tengo miedo a la noche…
Hay una serpiente de humo
celosa del cielo
que amenaza picarme los ojos
si te busca mi mirada entre
el hechizo de las estrellas…
Arriba, entre las luces perdidas
de los espíritus mañosos
veo como se deslizan los besos
del sol entre las sobras pasionarias
que guarda los rincones íntimos de la luna…
Desandan los ángeles caprichosos
entre el viento…
como niños traviesos
entre las aguas...
Los veo…
y te veo allí, proyectado
entre el velo azulado
que guardan mis ojos…
En mi cielo espejado
te veo, amor…
con éste tesoro plateado
que surcan mis mejillas
Como el rocío a las flores…
Estoy levitando entre suspiros
guardándote entre mis ojos
hasta que mis párpados se abran.
y en la bohemia dulzura de tu voz
guardo con parpadeos
de deseos y delirios
las imágenes más dulces…
Le tengo miedo a la noche…
Hay una serpiente de humo
celosa del cielo
que amenaza picarme los ojos
si te busca mi mirada entre
el hechizo de las estrellas…
Arriba, entre las luces perdidas
de los espíritus mañosos
veo como se deslizan los besos
del sol entre las sobras pasionarias
que guarda los rincones íntimos de la luna…
Desandan los ángeles caprichosos
entre el viento…
como niños traviesos
entre las aguas...
Los veo…
y te veo allí, proyectado
entre el velo azulado
que guardan mis ojos…
En mi cielo espejado
te veo, amor…
con éste tesoro plateado
que surcan mis mejillas
Como el rocío a las flores…
Estoy levitando entre suspiros
guardándote entre mis ojos
hasta que mis párpados se abran.
---MANATOWA---
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