—Pero si tienes piña natural,
mango, aguacates y una deliciosa ensalada de langosta con frutos del mar.
—El truco habitual para engañar
a los turistas…
—Mujer, el hombre barbudo de las
puertas nos lo dejó bien claro.
—Ya sabes lo que pienso sobre la
censura y las restricciones —contestó ella, agitando su melena cobriza.
—Hay ocho restaurantes temáticos
y un vegetariano de lujo. Elije uno, el que prefieras, tienes a tu disposición
cuanto de comestible hay en la flora y en la fauna… Pero por favor, Eva, otra
expulsión no.
—He dicho que me comeré la
manzana y punto.
Autor; Pedro P. de Andrés.
No hay comentarios:
Publicar un comentario